Las manchas solares o lentigos aparecen sobretodo en las zonas dónde existe mayor exposición solar como son la cara, manos, brazos y escote, y aunque se suelen relacionar con el paso de la edad, la verdad, es que están producidas por largas y continuas exposiciones al Sol.
Suelen ser manchas oscuras y marrones, de aspecto plano y suelen ser irregulares. Estas manchas no desaparecen por si solas ni tras el uso de cosméticos, por lo que se requiere de procesos médicos para eliminarlas.
Es por esa razón que la mejor manera de evitar su aparición es gracias al uso de protectores solares. Y aunque los rayos ultravioletas (UV) pueden causar daños durante cualquier época del año, es en las cercanías del verano cuando la radiación es más intensa y el riesgo de quemadura es mayor.
La protección de nuestra piel es básica para asegurar su salud y debemos evitar caer en ciertos mitos y leyendas erróneos.
- Es erróneo creer que el sol no quema en un día cubierto.
- Es erróneo pensar que sólo a las personas mayores les hace daño el Sol. Ser joven no es sinónimo de ser inmune al daño producido por la radiación solar.
- El bronceado es una reacción de defensa de la piel frente a la exposición del Sol. No existe el concepto "bronceado saludable"
- Es un error pensar que debajo de la sombrilla no es necesaria la protección solar. La sombra protege de los rayos directos del Sol, pero hay que protegerse de la radiación difusa.
- Es un error pensar que con el uso de un protector solar podemos estar más tiempo expuestos al Sol. Sin una aplicación correcta del fotoprotector no ofrecemos a nuestra piel la protección adecuada.
Los protectores solares deben aplicarse entre 30 minutos y 2 horas antes de la exposición al Sol y se recomienda repetir la acción tras cada baño en el agua o bien cada dos 2 horas.
Existen diferentes presentaciones en el mercado crema, fluido, presentación en gel.... para adecuarse a las exigencias de cada tipo de piel. Se recomienda el uso de protectores en crema para pieles secas, geles, gel-crema o fluidos para pieles mixtas, y fluidos matificantes o lociones con texturas ligeras para pieles grasas.
Tras la exposición solar, se recomienda el uso de una loción hidratante post solar, para hidratar la piel, calmarla y repararla de los posibles daños que haya podido sufrir, evitando así los signos de un envejecimiento prematuro.
Si tienes cualquier duda puedes acercarte a conocernos. Te asesoraremos personalmente.
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